Somos simples burritos
¿Alguna vez notaste que los burros, asnos, son mencionados y usados por Dios varias veces en La Biblia?
El pasaje que relata la entrada triunfal en Jerusalén menciona a uno de estos animalitos:
Luego pusieron sus mantos sobre el burro, lo llevaron a donde estaba Jesús, y Jesús se montó sobre él.
Mucha gente empezó a extender sus mantos sobre el camino por donde iba a pasar Jesús.
Algunos cortaban ramas de los árboles del campo, y también las ponían en el suelo como alfombra. Y toda la gente, tanto la que iba delante de Jesús como la que iba detrás, gritaba:
«¡Sálvanos!
¡Bendito tú, que vienes en el nombre de Dios!
¡Que Dios bendiga el futuro reinado
de nuestro antepasado David!
Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!»
(Marcos 11:7-10 TLA)
Por supuesto que no lo eran.
Aún con la cantidad de errores que tengamos, Dios nos ha regalado habilidades y talentos increíbles, a cada uno de nosotros nos ha hecho únicos, y en sus manos nos convertimos en instrumentos muy valiosos.
Dios quiso que seamos sus hijos, nos amó y nos hizo especiales, aún cuando no éramos más que "burritos" que no merecían ese privilegio.
¿Le diste las gracias a Dios por todo lo que hizo y hace por vos?
Nunca te olvides que si no fuera por él, seríamos simples burritos.
"Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son."
(1 Corintios 1:28 TLA)
Comentarios
Publicar un comentario